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Entusiasmo e Ilusión.

!De lo que es capaz el arte¡

Reflexionemos

Disculpas

Disculpas

Disculpas tengo que pedir todas las del mundo, ya que me comprometí a escribir por lo menos un artículo al mes y no lo he cumplido. La vida a veces nos lleva por derroteros que no elegimos, y a veces, eso que tanta falta hace a mucha gente y que no se encuentra en las tiendas, como es el tiempo, no está tan disponible como yo quisiera.

De todos modos vengo para quedarme y no volveré a prometer cosas que no se si voy a poder cumplir. Ves, ya he aprendido algo. A poder recuperar mi nivel de compromiso conmigo mismo. Intentar no prometer, sino ilusionarme en cumplir, solo por el gusto del entregar una pequeña parte de mi.

De repente me sorprendo a mi mismo haciendo la primera reflexión desde mi vuelta. ¿Con quién hablo?. Conmigo y contigo. Quien sabe si me leen en secreto o con quien yo se seguro que lo va a leer. Claro que me refiero a ti.

Personas especiales que uno conoce un día por casualidad, aunque yo no crea en ellas, (en las casualidades me refiero), y que de repente encuentro que tengo tanto en común con ellas como si las conociera de toda la vida.

A las que siento que en ningún caso las voy a defraudar porque no nos vendemos simulacros, como decía el celebre Mario Benedetti, en Táctica y Estrategia.

Sabemos, si lo pensamos un poco, que clase de personas nos rodean y que clase de personas necesitamos para cada uno de los momentos que vivimos.

Un concepto tan sencillo como la confianza, hace que piense en alguien a quien puedo llamar para contárselo y no sentir verguenza o reparos en lo que piense o diga. Se que lo que va a compartir conmigo a partir de mi confidencia o de mi vivencia, va a ser positivo, aunque critique mi actitud.

Cuando  tenemos cerca a una persona así, entonces tenemos algo de fortuna en nuestra vida. Y esa fortuna es ganada por que esa persona es como es porque uno es como es. Simplemente un intercambio de soportes vitales para seguir viviendo. Como si estuvieramos en la UVI de la existencia y necesitaramos cuidados intensivos en el alma.

Solo que esta vez el médico cuida del paciente y el paciente del médico. Es una relación reciprocamente profunda, necesaria y vital que en un mundo ideal debería recetarla la Seguridad Social.

En este caso es tu comentario el que me importa. El tuyo en concreto y no otro. Porque fuíste tú quien eligió leerme.

Te agradezco tu tiempo.

 

http://www.tinet.cat/~elebro/poe/benedetti/benedet2.html

Isaac.

 

El miedo.

El miedo.

¿Quien no sabe hablar del miedo? Miedo a lo desconocido, a la reacción ajena, miedo al juicio de nuestros actos por los demás, miedo al rechazo, de no estar a la altura de lo que se espera de nosotros, miedo a la muerte, al desastre a la desesperación.

Hablo del miedo que nos paraliza y bloquea ante situaciones determinadas.

Nuestro amigo el miedo, es uno de los sentimientos más conocidos y tal vez uno de los más analizados. Sin embargo quisiera tratar del miedo desde dos puntos de vista muy concretos: El miedo como protección y el miedo como lastre.

Cuando hablo de utilizar el miedo como protección, me refiero a utilizar el miedo como un antídoto contra algo a alguien que nos puede hacer daño. Muchas veces el miedo nos impide hacer cosas, que luego se revelan como perjudiciales si las hubiéramos realizado.

Ese miedo sería útil si supiéramos controlarlo, si tuviéramos la suficiente inteligencia intuitiva como para saber que el miedo que sentimos nos está protegiendo contra un asunto negativo.

Pero supongo que, al igual que a mí, la mayoría de las veces no les ocurre así.

Por otro lado, imaginemos por un momento que no pudiéramos sentir miedo. No sentiríamos la pesada carga que produce en ocasiones y que no nos permite ni movernos.

Si yo hubiera podido prescindir del miedo, quizás pudiera hoy estar hablando de otra vida, otras relaciones humanas, otros sentimientos o es posible que no.

A veces pienso que el miedo, como cualquier otro sentimiento, nos puede hacer bien o mal, dependiendo de su naturaleza.

Si no soy capaz de analizar mi miedo, y procedo a actuar sin contemplarlo, controlarlo y aceptarlo como una regla más del juego, corro el peligro de que mis decisiones las tome él.

Ahí es donde pienso que radica el miedo corrosivo. El que no nos permite decidir, intentando ver con claridad si las decisiones que voy a tomar son o no beneficiosas para mi, y no permitir que sea el miedo el que me diga si debo o no proceder.

Que fácil es pensar esto y escribirlo. ¿Y hacerlo? ¿Se me antoja una tarea difícil y complicada?

Pienso que depende del miedo que sintamos cuando decidamos enfrentarnos a él.

Isaac

 

Espejos.

…”Para divertirse, los sirvientes le llevaron a la princesa dos espejos. No se diferenciaban mucho de los demás espejos jázaros. Ambos habían sido hechos de sal pulida, pero uno era rápido y el otro lento. Todo lo que el primero, reflejando el mundo, tomaba como adelanto del futuro, el segundo el lento, lo restituía, reequilibrando así las cuentas del primero, por que en relación con el presente estaba atrasado exactamente en la misma medida en que el primero estaba adelantado. Cuando llevaron los espejos a la princesa Athe, ella estaba todavía en la cama y no se habían lavado aún las letras de sus párpados. En el espejo vio los propios párpados y murió en el acto”.
     Diccionario Jázaro. Novela Léxico. Ejemplar Femenino Milorad Pavic

El sonido de la lluvia.... simplemente extraordinario.

Una prueba de entusiasmo... y de coraje.

La decepción

La decepción

 

Todo el mundo sabe como se siente al llevarse una decepción. La decepción se produce cuando tenemos algún tipo de expectativa sobre algo o alguien y esta expectativa no se produce.

Es en ese momento cuando nos sobreviene un sentimiento de frustración, seguido de una enorme tristeza.

Yo a veces he pensado en las expectativas que nos producen las personas. Y creo que he debido de tener cuidado a la hora de disponer de algunas de ellas.

En algunas ocasiones las expectativas dependen del sentimiento que nos produce la misma persona en sí y otras veces son expectativas inventadas por nosotros mismos sobre aspectos que no son reales.

Cuando comienzas una relación sentimental, la ilusión y el entusiasmo por compartir y pasar el mayor tiempo posible con la persona en cuestión, a veces no te deja ver, que estas poniendo en juego tu capacidad para diseñar lo que esperas de la otra persona.

Como empiezas a conocerla, aunque las expectativas no se cumplan, no le pones importancia porque las situaciones son tan intensas que tapan la verdadera intención de las cosas.

Con el tiempo, esto se supera y la importancia de las expectativas crece.

Incluso en ocasiones, como la otra persona no está informada de lo que esperabas, tampoco es consciente de que no está cumpliendo tus deseos.

Y es en ese momento, en que o le ponemos sonido a nuestras expectativas o la decepción aparece y se adueña de todo lo que encuentra a su paso.

Digo esto porque en ocasiones somos nosotros mas responsables de nuestras propias decepciones que las personas que a nuestro juicio creemos que nos la producen.

Una mención a un sentimiento de decepción generalizado.

Cuando en un momento concreto de la vida, uno siente decepción por todo lo que le rodea, porque nada de lo que emprende, de lo que le acompaña, o de lo que surge en su vida le apasiona verdaderamente. Esa decepción es peligrosa, porque confunde las lágrimas con los rayos del sol.

Todo se ve nublado, incluso aquello que realmente si que es válido y que está contagiado del profundo sentimiento de tristeza.

Vivir por tanto en compartimentos estanco no está mal, ya que, aunque puedo sentir decepción por una parte de mi vida, no permito que estropee el resto del lienzo, del cuadro que pintamos cada día, y que dependiendo de quien lo mire, puede parecerle más o menos bello.

Sentirse decepcionado es por tanto un acto de valor en la intención de poner importancia a los demás desde lo más profundo de nosotros mismos.

Isaac


 

Impresionante

He aquí una demostración de la belleza que las personas llevamos dentro.

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PUEDES PULSAR PLAY O PAUSA (▶/Ⅱ) PARA DETENER LA MÚSICA DE FONDO, JUSTO EN EL CENTRO DE LA CINTA DE CASSETTE.

Isaac

El recuerdo

El recuerdo

 

El recuerdo es como una herramienta que utilizamos sin darnos cuenta. Simplemente porque sin el recuerdo la vida no sería lo que es. Se convertiría en un relato incesante de episodios sin solución de continuidad. El recuerdo hace que la vida sea real a través de plantearnos todas y cada una de las cosas que hacemos, lo que hablamos y sobre todo lo que sentimos.

Recordar lo que sentimos puede ser para algunas personas un tabú.

Conozco personas que procuran huir del recuerdo de su propio sentimiento. A veces por vergüenza o tal vez por miedo.

No nos gusta recordar nuestros propios sentimientos porque nos obliga a plantearnos su debate, sin pensar que los sentimientos rara vez aguantan las comparaciones. El sentir es tan personal que no soporta una burla, ni una crítica, porque tal vez aquél que lo critica se ha sentido igual en una situación parecida.

Por eso el recuerdo del sentimiento, tan relacionado con lo que somos en realidad me sirve, no para la autocrítica, sino más bien para el propio conocimiento de mi mismo.

Si hablo del recuerdo que nos quedan de las personas me sorprendería a mi mismo y tal vez a ustedes, recordando a personas en las que hemos pensado hace un minuto o quizás a las que no les hemos dedicado ni un minuto en el último mes o año.

En cuanto a las personas, es precisamente el recuerdo el que les hace un homenaje, para bien o para mal.

Personas que son recuerdos y recuerdos personalizados para todos los gustos. Y también para todos los disgustos.

Por último y no por menos importante..., ¿qué pensamos si meditamos sobre el recuerdo que dejamos nosotros en los demás?. ¿Es la intensidad del recuerdo que dejamos en los demás la que nos debe importar o quizás su calidad?

Estaría bien poder conseguir las dos cosas.

 

Un poco de soledad

Un poco de soledad

 

¿Que significa estar solo?.Vivir en un sitio donde nadie escucha lo que piensas, donde nadie pregunta lo que sientes. ¿Eso es estar solo?.

O que no suene el teléfono. Si no suena el teléfono, puede ser una buena señal. Nadie piensa en ti para darte una mala noticia.

Es una manera positiva de verlo. ¿O es que si no suena es que nadie se acuerda de llamarte?

Tal vez si que alguien se acuerda de llamar, pero está ocupado y no encuentra el momento.

Es otra manera de verlo.

Si miramos hacia dentro cada uno tiene su manera de sentirse solo. No mencionaré aquí la soledad buscada. Esa no cuenta. Me refiero a la otra, a la impuesta.

Yo la he sentido como un pedazo de silencio sin nombre, donde solo escucho una voz que me resulta familiar... , la mía.

Cuando sentirse solo es un sentimiento pasajero, casi no le ponemos importancia. Pero hay veces que te levantas por la mañana y te acuestas por la noche acostumbrado a preguntarte y a contestarte a ti mismo. Sin respuesta. O con respuesta programada.

Y también los profesionales de la soledad. Acostumbrados a estar solos por deporte. Sin nadie que les acompañe ni siquiera a estar solos como la letra de la canción de Ricardo Arjona:

Acompáñame a estar solo
A purgarme los fantasmas
A meternos en la cama sin tocarnos
Acompáñame al misterio
De no hacernos compañía
A dormir sin pretender que pase nada
Acompáñame a estar solo
Acompáñame al silencio
De charlar sin las palabras
A saber que estás ahí y yo a tu lado
Acompáñame a lo absurdo de abrazarnos sin contacto
Tú en tu sitio yo en el mío
Como un ángel de la guarda

 

El apoyo

El apoyo

Si echo una mirada atrás en la vida, me encuentro que la mayoría de las veces tanto cuando he querido empezar a desarrollar una nueva idea o un nuevo proyecto, como cuando ya la he tenido empezada o incluso cuando ya la he terminado, he ido por donde quiera que voy, buscando apoyo tanto para comenzar como para seguir o reafirmar que el proyecto realizado esta bien hecho.

Buscar el apoyo de los demás es una tarea difícil, tanto si tienes quien te apoye como si no. En el primer caso muchas veces debes explicar porque necesitas el apoyo, explicar porque te has decidido a realizar un determinado proyecto, que a veces suele ser un sueño o un reto y al final justificar porque es tan importante que una determinada persona te apoye.

Si el caso es que no tienes quien te de ese ánimo, primero es buscar a la persona ideal, cuya influencia sea determinante para encontrar el empuje que necesitas y que buscas a través de su opinión satisfactoria.

También existe otro punto de vista. ¿Como averiguar que un apoyo determinado es sincero y no interesado?.

Otra duda: ¿Cuál es el apoyo real? ¿El que te da el soporte moral, aún sabiendo que vas a fracasar, pero comprendiendo que debes comprobarlo por ti mismo? ¿O el que te quita la idea de la cabeza o intenta convencerte de que lo que estás haciendo o has hecho no te va a servir para nada?

Tal vez hayan personas que intentan protegernos tanto que no quiere que nos equivoquemos o ¿es quizá el miedo a no poder compartir el fracaso?

De todas formas, como decía al principio, muchas veces hasta me sorprendo a mi mismo buscando donde apoyarme para reafirmar mi ánimo a seguir poniendo en práctica retos e ideas.

Me acuerdo de cada uno de ellas y ellos..., que me dieron su aliento para seguir en distintas etapas de la vida y aprovecho este artículo para agradecérselo muy sinceramente.

Isaac

 

La belleza

La belleza

Hoy he querido hablar sobre la belleza. Pero no me refiero a esa belleza que se ve. Me refiero a la que se siente. Para mi ha sido a veces muy reconfortante sentir la belleza que produce ver a una persona como desde la nada, entendiendo por nada nacer en una familia sin recursos y llegar a ser una persona influyente. Pero utilizar esa influencia para luego conseguir metas altruistas, nada convencionales.

Existe el perfil del que viene desde abajo y cuando llega arriba dice, "ya he luchado suficiente para llegar hasta aquí, ahora me toca disfrutar de mis logros" y también el que lucha por llegar a ser algo, o alguien, para luego comenzar a luchar por los intereses de otros menos favorecidos.

También existe belleza en personas que habiendo nacido en el seno de una familia acomodada, luego eligen una vida austera y sacrificada, para conseguir recursos de personas que no tienen nada.

Muchas veces esa belleza que se siente cuando se esta cerca de personas así y le reconcilian a uno con el mundo.

Es esa belleza la que muchas veces intento buscar en lo que me rodea. Y existen diferentes bellezas. Dependiendo de la situación que estemos viviendo, nuestra necesidad de sentir puede ser muy diferente.

Espero poder explicarme con claridad cuando pienso en personas como Vicente Ferrer, una persona de origenes republicanos que se enrola en una fundación religiosa y visita la India en donde encontraría su verdadera vocación: ayudar a los demás en su sufrimiento vital, falta de comida, agua y salud, y posteriormente erradicación de la ignorancia para poder formar a los pueblos para que ellos mismos sean autosuficientes.

A esa clase de belleza me refiero, la belleza que se huele cuando nos acercamos a personas grandes en su interior pero muy pequeñas en apariencia.

Precisamente por lo pequeño de su apariencia, tenemos muchas a nuestro alrededor y no las vemos.

Busquemos esa belleza que cura el alma. La medicina que probablemente mitiga la soledad, el desanimo y la desilusión. Pero busquemos nuestra clase de belleza, la que nosotros necesitamos.

Hay de muchas clases, elijamos una.

Isaac


 

Bienvenidos

Bienvenidos

Siempre he encontrado en el entusiasmo y la ilusión, el empuje para poder continuar, después de un largo camino, lleno de éxitos y desilusiones.

Como poder levantarte una y otra vez para seguir luchando por una meta pequeña o grande, o simplemente por conservar las que ya has logrado.

Entusiasmo nace de las ganas de compartir pequeñas píldoras de esa medicina que brilla por su ausencia: La Esperanza.

He encontrado algunas veces Entusiasmo en personas que no tienen nada, pero lo tienen todo.

He encontrado algunas veces Ilusión en lugares, en canciones, en palabras, en gestos.

Y pretendo compartir y que compartan conmigo.

Gracias.

Isaac