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Entusiasmo e Ilusión.

Disculpas

Disculpas

Disculpas tengo que pedir todas las del mundo, ya que me comprometí a escribir por lo menos un artículo al mes y no lo he cumplido. La vida a veces nos lleva por derroteros que no elegimos, y a veces, eso que tanta falta hace a mucha gente y que no se encuentra en las tiendas, como es el tiempo, no está tan disponible como yo quisiera.

De todos modos vengo para quedarme y no volveré a prometer cosas que no se si voy a poder cumplir. Ves, ya he aprendido algo. A poder recuperar mi nivel de compromiso conmigo mismo. Intentar no prometer, sino ilusionarme en cumplir, solo por el gusto del entregar una pequeña parte de mi.

De repente me sorprendo a mi mismo haciendo la primera reflexión desde mi vuelta. ¿Con quién hablo?. Conmigo y contigo. Quien sabe si me leen en secreto o con quien yo se seguro que lo va a leer. Claro que me refiero a ti.

Personas especiales que uno conoce un día por casualidad, aunque yo no crea en ellas, (en las casualidades me refiero), y que de repente encuentro que tengo tanto en común con ellas como si las conociera de toda la vida.

A las que siento que en ningún caso las voy a defraudar porque no nos vendemos simulacros, como decía el celebre Mario Benedetti, en Táctica y Estrategia.

Sabemos, si lo pensamos un poco, que clase de personas nos rodean y que clase de personas necesitamos para cada uno de los momentos que vivimos.

Un concepto tan sencillo como la confianza, hace que piense en alguien a quien puedo llamar para contárselo y no sentir verguenza o reparos en lo que piense o diga. Se que lo que va a compartir conmigo a partir de mi confidencia o de mi vivencia, va a ser positivo, aunque critique mi actitud.

Cuando  tenemos cerca a una persona así, entonces tenemos algo de fortuna en nuestra vida. Y esa fortuna es ganada por que esa persona es como es porque uno es como es. Simplemente un intercambio de soportes vitales para seguir viviendo. Como si estuvieramos en la UVI de la existencia y necesitaramos cuidados intensivos en el alma.

Solo que esta vez el médico cuida del paciente y el paciente del médico. Es una relación reciprocamente profunda, necesaria y vital que en un mundo ideal debería recetarla la Seguridad Social.

En este caso es tu comentario el que me importa. El tuyo en concreto y no otro. Porque fuíste tú quien eligió leerme.

Te agradezco tu tiempo.

 

http://www.tinet.cat/~elebro/poe/benedetti/benedet2.html

Isaac.

 

1 comentario

Anónimo -

Me encanta tus reflexiones,vives para la reflexión, es algo que lo haces con tal naturalidad que me gusta mucho porque dices las cosas tal cual sientes y piensas. En cada pequeña parte de tí que nos escribes las relaciones...la expectativa, la confianza, el miedo, etc...